Baza Visigoda
Baza Visigoda
A principios del siglo V, el Imperio Romano, empezó a sufrir la invasión de Ostrogodos, Sajones, Francos, Alemanes, Burgundios, Cuados, Visigodos, Vándalos y otros pueblos bárbaros, que llevaron al pueblo visigodo a dominar toda la Península, dominación que duró hasta que, en el año 712, el califa Muza Ben-Nozair se apoderó de casi toda el territorio peninsular. La Bastitania pasó a ser una de las nueve provincias peninsulares, llamada Oróspeda, bajo una organización visigoda, con un rey al frente, quien nombraba un duque para dirigir cada provincia, el cual nombraba a su vez, a los condes que controlaban cada distrito en que estaban divididas las provincias.
Alrededor del año 550, el visigodo Atanagildo, descontento con el rey Argila, pidió ayuda a Justiniano, emperador bizantino para combatirle y este acabó apoderándose de lo que hoy es Andalucía e implantando aquí la cultura bizantina. Mientras tanto, se desarrollaron continuas batallas entre arrianos y cristianos, que en la zona de Baza tuvieron lugar por el año 570 y durante dos años, para acabar favoreciendo al rey Leovigildo, el cual expulsó a los bizantinos y acabó retomando el poder en toda la Península. Después, su hijo Recaredo, convertido al cristianismo, impuso esta doctrina en todo su reino, a pesar de los vanos intentos de los arrianos por destronarlo. En cuanto a otros hechos concretos relacionados con Baza, podemos hablar de la presencia del Obispo bastetano en el tercer Concilio de Toledo, pero poco más, y es que a pesar de haberse hallado cerámica ordinaria de esta época en algunos yacimientos, los datos que se tienen son más escasos que los de épocas anteriores