Baza S.XVI
Baza en el Siglo XVI
Baza siguió siendo, tras la conquista, una fuerte plaza militar, con su alcázar en plena utilización y en buen uso, ya que permitió dar refugio a las autoridades bastetanas con sus familias, durante la causa comunera, a la que se unió el pueblo bastetano, y que ocasionó el derribo de diversas zonas de la muralla, las cuales fueron reparadas después, con la confiscación de bienes a los derrotados. En el aspecto organizativo, las pragmáticas reales de Segovia (1496) y Tortosa (1503) establecieron disposiciones sobre los sistemas de reclutamiento, clasificación del personal militar, contabilidad y organización de la intendencia e, incluso, un esbozo de un código penal militar. Por aquellas mismas fechas se crearon en Baza y Medina del Campo parques de artillería para la fabricación de armas de fuego y para la formación de especialistas, entre los cuales destacaron los nombres de Diego de Vera y Pedro Navarro. Otro de los episodios que volvió a dejar constancia de la fortaleza de la Alcazaba bastetana, fue la revolución morisca en la que los bastíes se unieron al movimiento musulmán encabezado por Aben Abóo y el Malech, aunque acabaron siendo derrotados y sometidos al destierro, junto a un numeroso grupo de moriscos, lo cual ocasionó el consiguiente descenso de población. Aben Aboo, llamado Diego López de cristiano, el cual era primo de Aben Humeya, quien consiguió reunir diez mil moriscos con los que llegó incluso cerca de Granada, si bien no acabaron de sumarse a la rebelión, por temor a las represalias que podían recibir y que les llevarían a perder lo poco que tenían.