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Baza Árabe

Baza Arábe

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Los visigodos se vieron inmersos en un periodo de crisis internas, que les llevó a guerras con las que pretendían acumular más poder pero que sólo les ocasionaban, cada vez más, crisis internas. Ello fue aprovechado por los musulmanes que, en apenas cuatro años, conquistaron la Península Ibérica. Así, en el año 713 los árabes estaban ya instalados en Baza, ciudad que recibió el nombre de Madinata Bastha y que estuvo bajo su dominio hasta el 4 de diciembre de 1489. Muchos siglos de estancia, pues, hicieron que la huella árabe quedase marcada en todos y cada uno de los rasgos bastetanos. Lo cierto, en todo caso, es que aún hoy pueden apreciarse en Baza las calles estrechas y abrigadas del calor, hechas sin lógica alguna, así como los adarves o callejones sin salida (Poyo Gato, el Corralazo,...), que sólo servían para dar paso a un grupo de vecinos, algo muy propio de las ciudades árabes, pueblo que también nos dejó muchos de los nombres de lugares y palabras de nuestro vocabulario más común

Baos_arabes_bastetanos 

Esta situación provocó la llegada de más invasiones musulmanas, y tras la de los almorávides en 1086, tuvieron lugar la de los almohades en 1145 y la de los benimarines en 1224, todos ellos con la intención de ayudar a recuperar las tierras perdidas ante los cristianos. Fue precisamente la llegada almohade a Baza la que acabó con el Reino Taifa que se había formado aquí, junto con Guadix, y que duró de 1145 a 1156, teniendo a su frente, en primer lugar, a Abu Al-Hasan Ben Nasr, a quien siguió Ahmad Ben Muhammad que, a su vez dejó paso, en 1151 a Muhammad Ben Abd Allah que permaneció en el poder hasta la ya citada llegada almohade en 1156 y que supuso, además la incorporación de ambas ciudades al Reino Nazarí granadino Allá por el siglo XII, Baza era una ciudad que debía tener algún tipo de muralla, aunque de poca consistencia, sobre todo en la Almedina, y que incluso podría haber sido simples tapias en algunos de sus arrabales. Sin embargo, este aspecto defensivo, debió ser corregido por los primeros árabes ya que, en el siglo XV, el cronista de los Reyes Católicos hablaba de un muro, muy fuerte, en torno a la ciudad, con cuatro puertas (Arco de la Magdalena, calle Mesto, Cuesta Aduana y plaza San Francisco) y algún otro tipo de construcción más débil para proteger los arrabales, que quedaban en el exterior de la muralla principal, aunque también con sus puertas correspondientes. En sitio predominante y de difícil acceso, seguramente la actual Alcazaba, estaba el alcázar, dotado de altas torres y fuertes muros. En la confluencia de las calles Dolores o Cava Baja y Zapatería se puede ver hoy uno de los escasos restos delmuro principal de la ciudad

   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   

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